Semana 4: llegar a la raíz
Miércoles, 14 de febrero
No, no es el mismo Avatar. Pero, de alguna forma, encuentro una relevancia entre Aang y Jake.
Todo tema, historia, lugar y persona tiene un origen. Esa fue la conclusión que saqué de la clase del romántico 14 de febrero. Pero devolvámonos un poco, a cuando insistí, tal vez con más fuerza de la que me gustaría admitir, que leyeran mi bitácora solo porque me había causado gracia y quería hacerme la chistosa.
Que no cunda el pánico, no volveré a comparar con variables ni usaré hashtags.
Después de leer, las exposiciones comenzaron. Etnografía tomó el protagonismo durante más de dos horas de clase, y, por primera vez (perdona Cobos por esta confesión) sentí aprender algo en Investigación que seguramente no vería en otra clase o en otro entorno. Aunque ya sabía por encima lo que era la etnografía, resultó muy útil direccionarlo a lo que más nos interesa: investigar. Llegar al origen de, escarbar los detalles de un suceso, o de comportamientos de usuarios en la red, si se aplica a lo virtual, como lo vimos con la etnografía virtual y netnografía (la cual se enfoca es en análisis de datos).
Sin embargo, la pregunta de siempre es: ¿por qué debe esa información permanecer en mi cerebro?
Bueno, aquí es donde nuestro querido profe nos presenta lo que será, muy posiblemente, nuestro dolor de cabeza a lo largo del semestre: el diario de campo. Este diario de campo, que solo podrá ser desarrollado en base al descubrimiento de lo desconocido para cada estudiante, es parecido a la documentación de la bitácora, pero más detallista y con historias, que no sean mías, por contar. Como referencia, Cobos ejemplificó con lo que debe ser el mayor exponente del diario de campo. Y no, no hablo de las crónicas de conquistadores en América. Aunque bien podría ser la más grande comparación, dado que ambos son colonizadores-nativos. Hablo del único e inigualable, Jake Sully. Avatar, la inmersión de un personaje dentro de una cultura alienígena completamente distinta, es una guía de etnografía en sí. Todos los avatares deben grabarse al finalizar su sesión y documentar lo observado, vivido y experimentado, para aprender sobre esto y utilizarlo a favor de siguientes sesiones, aprender algo de lo vivido, así sea útil para otros en proceso de empezar la misma dualidad del avatar y el ser humano como dos apartes.
Esta herramienta de documentación, podríamos afirmar, fue lo que terminó por despertar a Jake. Si no es por la necesaria introspección de sus días, no se percataría de que estaba obrando mal, lo que es bastante necesario. Si solo hubiese seguido sin detenerse a pensar en lo vivido, no le habría otorgado el merecido significado que terminó por atribuirle, el cual era: era la mejor experiencia, y había encontrado un nuevo yo. Un mejor yo. Uno diferente.
Estaba tan egoístamente enfocado en la creencia superior de su raza, que, al conocer una cultura completamente diferente, como la de los Na´vi. La conexión que aprende a establecer con la naturaleza es, para mi, su punto de quiebre para ceder ante la apertura. En la tierra ya no hay tierra. La vida es opaca y sin verde. En Pandora, en cambio, todo está tan vivo que incluso termina por asustar a Jake al inicio. La constante crítica por parte de los humanos a los nativos va en contra de un Relativismo Cultural. ¿Quiénes somos para dictar lo que se debe o no en una comunidad a la que ni siquiera pertenecemos? ¿Quiénes eran los invasores como para destruir su hogar y asegurar que el mineral obtenido era más importante que siglos de tradición y cultura? La destrucción del Árbol Hogar fue, sin lugar a duda, el golpe más duro. Para Neytiri, Jake, y, para la audiencia.
Ella habla de una red de energía que fluye a través de todos los seres vi
Cuando la confusión y comprensión empiezan a aparecer en la voz de Jake durante sus videos vlogs, entonces sabemos que Grace está logrando su cometido. Si tan solo así hubiese sido durante la conquista en América (el más grande guiño de la película), tal vez las escuelas residenciales y reformatorias para indígenas no hubiesen existido hasta tan solo hace 40 años.
¿Qué elementos éticos son imprescindibles a la hora de hacer un trabajo etnográfico? ¿Y cuál debe ser la actitud y aptitud del estudiante teniendo en cuenta esta dicotomía del ver y experimentar?
Esto es, probablemente, al punto al que debemos llegar individualmente. La comprensión, el tacto, la tolerencia, el respeto y la apertura son valores esenciales al momento de proceder con este tipo de trabajos, sobre todo si se trata con personas muy diferentes a nuestro entorno. El honor a la verdad, no una verdad universal ni objetiva, sino una simplemente honesta, hablada desde la transparencia y lo vivido, debe primar ante todo. No cegarse ante el prejuicio, y estar dispuesto a escuchar. Como Jake. Como Grace. Y eventualmente como toda la familia Sully en Avatar 2, cuando ahora volverán a verse envueltos en un entorno desconocido, dispuestos a aprender.
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