Entrevista 4.0: Un paso más cerca a ser detective profesional

 

Memes tóxicos de... - Memes tóxicos de relaciones tóxicas


“El mentiroso se perfecciona con la práctica” 

  • Paul Ekman 

Después de todo un semestre, por fin, realmente, entendí el propósito de Cobos con nosotros: no dejarnos montar cachos. Todo cobra sentido ahora: escribir bitácoras para alimentar la memoria y el discurso, indagar variables, aprender a manejar un lenguaje en redes (claro, por si le da un like a otra vieja), investigar, leer lenguaje corporal y, por último, aprender a leer si miente. 

Yo no soy tóxica, Cobos lo es. 

Las mentiras nos rodean. Probablemente miento, mínimo, unas 5 a 10 veces al día. Todos nosotros, de hecho. 

 

¿Estás bien? Sí (No) 

¿Ya hiciste la tarea) Ya casi acabo (No he empezado ni siquiera) 

¿Quedaste con hambre? No (Estoy que me como a una vaca) 

 

Y eso que estas son mentiras blancas. Inofensivas, incluso a veces argumentamos que necesarias. Pero, oiga, no de papaya y aprenda a distinguir cuando le mienten, o ese cartón de comunicación solo quedará de cuadro en la casa. 

Así que, empezando con el tóxico experto, Paul Ekman argumenta que es importante el estudio de las microexpresiones (y no solo cómo movemos los ojos en cuanto a claves de acceso ocular) sino que la expresión completa de la cara. Y es que resulta que desarrolló el Sistema de Codificación de la Acción Facial (FACS), una herramienta para categorizar todas las expresiones faciales posibles mediante el análisis de los movimientos de los músculos faciales. El FACS es ampliamente utilizado en la investigación psicológica y ha encontrado aplicaciones en campos como la animación por computadora y la detección de mentiras. Este sistema permite un análisis detallado de las expresiones faciales, proporcionando una base para entender cómo se comunican las emociones de manera no verbal. 

Pensando en el periodismo, esta herramienta es oro puro. Un buen periodista debe ser capaz de leer más allá de las palabras del entrevistado, captar esas sutiles señales que revelan la verdad detrás de la narrativa oficial. Saber si un político está siendo honesto, si un testigo dice toda la verdad, es una habilidad invaluable. 

Pero bueno, dejenme presentarle a otra persona tóxica. Hablemos de Rita Karanauskas, nuestra gurú del "cómo no perder la cabeza en el intento". Rita, con su mezcla de sabiduría y sentido del humor, nos enseña que las emociones no son esas cosas que sólo los poetas tienen. No, señor. Todos andamos cargados de un cóctel emocional y Rita es la bartender que nos enseña a mezclar sin volarnos la tapa de los sesos. Karanauskas enfatiza la importancia de la inteligencia emocional y cómo comprender y gestionar nuestras propias emociones puede mejorar nuestras interacciones con los demás. ¿Suena profundo? Claro que sí, pero también nos da ejercicios prácticos que, si te pones serio, pueden evitar que termines dándole unfollow a medio mundo en redes por puro berrinche. 

No me subió a sus stories en mi cumpleaños. La dejaré de seguir, ya no somos amigxs. 

Sus ejercicios de autoevaluación nos ayudan a ser más conscientes de nuestros propios sesgos y prejuicios, lo que es fundamental cuando intentamos descifrar las emociones y posibles mentiras en otras personas.  

La autoconciencia es clave para no proyectar nuestros prejuicios y mantener la objetividad. Por ejemplo, imaginemos que estás entrevistando a alguien sobre un tema polémico y tienes un prejuicio negativo hacia su punto de vista. Si no eres consciente de este sesgo, podrías interpretar sus respuestas de manera desfavorable, hacer preguntas tendenciosas o incluso omitir detalles importantes que no encajen con tu percepción. Al ser consciente de tus prejuicios, puedes esforzarte por mantener una actitud neutral, asegurándote de que tus preguntas sean imparciales y tus interpretaciones sean justas. Esto no solo mejora la calidad de tu investigación, sino que también aumenta la credibilidad de tus hallazgos.  

Ahora, volviendo a Paul Ekman, con su detallado estudio de las microexpresiones, este señor nos muestra cómo una fracción de segundo puede revelar una verdad escondida. Sus descubrimientos nos enseñan a estar atentos a esos pequeños indicios que pueden cambiar el rumbo de una conversación o una investigación. Por su parte, Rita Karanauskas nos recuerda que, para interpretar correctamente estas señales, debemos estar emocionalmente equilibrados y conscientes de nuestras propias emociones. La autoconciencia es clave para no proyectar nuestros prejuicios y mantener la objetividad. 

Pongamos un ejemplo que saqué con ayuda de mi queria amiga la IA: 

Imaginemos que estás entrevistando a alguien sobre un tema polémico y tienes un prejuicio negativo hacia esa persona o sus opiniones. 

Dios mío, esto es algo que seguro me sucederá como periodista. Gracias, ChatGPT. 

Si no eres consciente de ese sesgo, podrías formular preguntas de manera sesgada, interpretar sus respuestas de forma injusta o incluso mostrar señales no verbales que pongan al entrevistado a la defensiva. Al estar consciente de tus propios prejuicios, puedes trabajar activamente para neutralizarlos, asegurándote de que tus preguntas sean justas y tus interpretaciones objetivas. Esto no solo mejora la calidad de la entrevista, sino que también permite obtener información más precisa y valiosa. 

En la investigación social, esto es clave. Al enfrentarnos a temas delicados, la capacidad de gestionar nuestras emociones y entender las de los demás puede hacer la diferencia entre un trabajo superficial y uno profundamente revelador. La empatía y la inteligencia emocional nos permiten conectar mejor con nuestros sujetos de estudio, ganando su confianza y obteniendo datos más genuinos. 

Aplicando los conocimientos de ambos expertos, podemos desarrollar una habilidad refinada para leer y comprender a los demás. Al igual que Ekman nos proporciona las herramientas para identificar microexpresiones y entender las emociones ocultas, Karanauskas nos ayuda a manejar nuestras respuestas emocionales y a mantener una comunicación efectiva y honesta. 

A lo largo del semestre, hemos aprendido a ver más allá de las palabras y a entender los matices de la comunicación no verbal. Cada bitácora escrita, cada variable indagada, y cada lectura sobre lenguaje corporal nos ha dado un vistazo más profundo a la naturaleza humana. La investigación social y la entrevista requieren no solo habilidades técnicas, sino también una sensibilidad aguda para captar lo que no se dice, y eso es precisamente lo que Ekman y Karanauskas nos han enseñado. 

En conclusión, el propósito de Cobos va más allá de simplemente enseñarnos a comunicar. Nos está preparando para ser más perceptivos y conscientes, tanto de nosotros mismos como de los demás. Aprender a leer las microexpresiones y gestionar nuestras emociones no solo es útil en nuestras relaciones personales, sino también en nuestra futura carrera profesional en comunicación. Así que, aunque parezca que Cobos es el tóxico, en realidad nos está armando con las herramientas necesarias para navegar un mundo lleno de complejidades emocionales y verdades a medias. 

Y al final del día, un periodista o investigador que sabe cuándo le están mintiendo tiene una ventaja tremenda. Después de todo, si puedes leer la verdad en una fracción de segundo, puedes escribir una historia que otros ni siquiera imaginarían. Tóxicos, nos toca. 

¡Gracias, Cobos, por el superpoder del semestre! 

#BitácorasCobos


Referencias:  

Triglia, A. (2016, agosto 29). Paul Ekman y el estudio de las microexpresiones. pymOrganization. https://psicologiaymente.com/psicologia/paul-ekman-estudio-microexpresiones 

ASÍ IDENTIFICA UN MENTIROSO RITA KARANAUSKAS – Asocajas. (s/f). Org.co. Recuperado el 29 de mayo de 2024, de https://www.asocajas.org.co/caja/asi-identifica-un-mentiroso-rita-karanauskas/



 

 

 

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